asertividad en el trabajo

Cuando te encuentras dentro de la jornada laboral interaccionamos con gran variedad de personas, enfrentando distintas situaciones y comunicándonos constantemente por medio de muchísimos canales ubicados en escenarios específicos, los cuales requieren de ciertas habilidades y actitudes a la hora de transmitir seguridad en lo que vamos a expresar, y ahí entra en escena la asertividad en el trabajo.

La asertividad laboral o asertividad en el trabajo es clave para expresar adecuadamente nuestras emociones y opiniones, por supuesto desde un punto de vista respetuoso de las visiones de los demás, sus ideas y experiencias. Los escenarios como el laboral, en donde conviven personas con una historia de vida propia y con variadas características profesionales, exigen del máximo compromiso para entablar relaciones interpersonales que se basen en la aceptación, respeto y con mayor empatía hacia el otro.

En Melt Group, como consultoría de RRHH, vamos a explicar en qué consiste la asertividad en el trabajo y por qué es importante. ¡Continúa leyendo!

¿Qué es la asertividad laboral?

La asertividad en el trabajo es la capacidad que tenemos para gestionar opiniones y sentimientos, para expresarlos de forma honesta y clara pero con respeto hacia los demás.

Es fundamental que defendamos nuestras ideas y posiciones, teniendo en cuenta que las visiones y experiencias que originan el hecho de que otra persona discrepe con nuestra opinión también son válidas en el contexto.

No podemos caer en la agresividad o pasividad. Es importante la asertividad para lograr el bienestar personal, evadir los conflictos y mejorar el clima laboral en nuestro trabajo.

¿Cómo lograr la asertividad en el trabajo?

Existen varios métodos claves para lograr una completa asertividad en el ámbito laboral:

Reconoce tu valor y sé consciente de tus derechos

Para ser asertivo tienes que desarrollar un nivel de autoconciencia que te facilite tener una perspectiva real sobre el valor único que estás aportado. También es importante conocer tus derechos laborales para evitar que sean vulnerados. Al conocer tu valía y respetarte, tendrás la suficiente confianza para darle el valor justo a tus derechos.

Conoce tus puntos sensibles

No existe persona que tenga la perfección entre sus virtudes. Por lo que surgirán situaciones concretas que pueden hacerte perder la paciencia y la tranquilidad.

Ser asertivo implica detenerse antes de llegar a este punto, siendo importante que conozcas tus puntos débiles. De esta manera, si uno de tus compañeros de trabajo o tu propio jefe intenta traspasar tus límites, podrás controlar tus emociones, mucho antes de que la situación empeore.

Hablar en primera persona

Para lograr una comunicación de forma asertiva es fundamental la transmisión del  mensaje con total claridad. Hablando en primera persona dejarás claro que se trata de tus opiniones, deseos o necesidades, estableciendo una comunicación mucho más cercana. Todo lo contrario si asumes un tono impersonal o utilizando indirectas, ya que construye un muro dificultando la solución de los problemas presentados.

Relaciónate desde la empatía

La asertividad está ampliamente relacionada con la empatía. Para no asumir un enfoque lleno de agresividad es necesario que tengas la capacidad de ponerte en el lugar de tu interlocutor, así será mucho más sencillo entender su punto de vista. Cuando una persona se siente escuchada y comprendida, su estado de defensa disminuye la intensidad, abriéndose al diálogo consensuado y productivo.

Cuida tu lenguaje corporal

El lenguaje corporal es una parte fundamental dentro de los procesos comunicativos, ya que puede significar hasta el 90 % de la comunicación, por lo que no solo es clave cuidar las palabras sino también la gesticulación y expresión corporal. Decir una cosa y expresar otra con los gestos suele confundir toda la comunicación pasivo-agresiva destruyendo la posibilidad de entendimiento entre las personas.

¿Qué finalidad tiene la asertividad en el trabajo?

Aunque mediante la comunicación asertiva siempre buscamos la manera de generar un ambiente de empatía y confianza con las opiniones y con los deseos de las demás personas, expresando sinceramente nuestras propias necesidades, es importante que tengamos en cuenta que la finalidad de este tipo de comunicación no es manipular ni obtener que los demás estén de acuerdo con nuestros puntos de vista en todo momento, sino que podamos establecer un ambiente apto y propio para el diálogo siendo posible la aceptación de todas las posiciones sin excepción.

¿Qué beneficios se obtienen con la asertividad en el trabajo?

A continuación destacamos los beneficios que aporta la asertividad en el trabajo:

  • Se logra el autoconocimiento, y la gestión de emociones mejora cuando la asertividad es una característica de la persona, ya que la empatía es necesaria para este objetivo.
  • Facilita la colocación de límites en el comportamiento, y ayuda el proceso de las relaciones interpersonales señalando las líneas rojas que no se deben cruzar.
  • Aumenta notablemente la autoestima de la persona.
  • Mejora la comunicación eficazmente logrando positividad en el ambiente laboral y, en consecuencia, provocando que los resultados también lo sean.
  • La satisfacción completa y vital de los individuos es mucho mayor, ya que la comunicación efectiva facilita el hecho de vivir experiencias más gratificantes.
  • Se logra resolver conflictos existentes en el ambiente y también la posibilidad de prevenirlos.

¿Cuáles son los factores predominantes en la asertividad en el trabajo?

Para el desarrollo adecuado de una buena conducta asertiva debes tener en cuenta la existencia de determinados factores que marcan esta actuación de forma considerable:

Confianza

Tienes que mantener una confianza firme en tus propias convicciones, habilidades y objetivos.

La confianza depende de tu formación social, de tu nivel de aprendizaje y de tus ideales y creencias. Al aprender a confiar en nosotros mismos, la asertividad será una característica bien forjada en nuestra personalidad.

Autoestima

Partiendo de la confianza también se desarrolla la autoestima. Debemos aprender a aceptar los errores y fracasos y, a su vez, disfrutar de las victorias y los logros. Mantener la mente abierta frente a las adversidades nos ayuda a reforzar la autoestima y la confianza. La conducta asertiva nos indica que todos tenemos derecho a equivocarnos, pero también debemos recuperarnos de los fracasos.

Además, debemos tener claro que ninguna persona es mejor que otra persona por sus logros o fracasos, y que no se debe pasar nunca por encima de las demás personas. La búsqueda de la mejor solución para un determinado problema se obtiene gracias al respeto mutuo entre las personas.

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