
¿Sabes realmente cuánto te corresponde si te despiden? ¿O si sufres un accidente laboral? Aunque parezca sorprendente, muchas personas desconocen sus derechos en materia de indemnización por despido. Y eso, en un entorno laboral cada vez más inestable, puede salir caro.
Según el Ministerio de Trabajo y Economía Social, en 2023 se registraron 991.265 bajas de afiliación a la Seguridad Social por despido en España, un 22% más que el año anterior. Una cifra récord desde que existen registros comparables. Además, 647.495 trabajadores sufrieron un accidente laboral con baja, lo que también puede dar lugar a una indemnización.
Esta situación refleja una realidad a la que muchos profesionales de Recursos Humanos se enfrentan: el desconocimiento generalizado sobre los derechos laborales. La indemnización por despido es un derecho fundamental, recogido en el Estatuto de los Trabajadores, que protege al empleado frente a la pérdida repentina de su empleo.
Pero ¿qué tipos de indemnización existen y cómo se calculan? En este artículo te damos las claves.
¿Qué es la indemnización por despido?
La indemnización por despido es una compensación económica que la empresa debe pagar al trabajador cuando se extingue su relación laboral de forma unilateral, siempre que así lo establezca la ley. Su finalidad es reparar el perjuicio económico que supone la pérdida del empleo, es decir, actuar como un resarcimiento ante una situación que, en la mayoría de los casos, escapa al control del trabajador.
La Real Academia Española (RAE) define indemnizar como “resarcir de un daño o perjuicio, generalmente mediante compensación económica”. Sin embargo, en el ámbito laboral, el concepto va más allá: es una herramienta jurídica de protección al trabajador, diseñada para evitar que una extinción del contrato, ya sea por despido o accidente, lo deje en una situación de vulnerabilidad sin respaldo económico.
Es importante destacar que la indemnización es un derecho regulado por el Estatuto de los Trabajadores, y su existencia responde a la necesidad de equilibrar las relaciones laborales y evitar abusos.
¿Es siempre la misma cantidad?
No. La cuantía de una indemnización varía en función de:
- La causa del despido (improcedente, objetivo, disciplinario…).
- La antigüedad del trabajador en la empresa.
- El salario que percibía.
- Otras variables en caso de accidente laboral o vulneración de derechos fundamentales.
Por eso, no existe una única indemnización por despido, sino distintos tipos de indemnización adaptados a las diferentes situaciones que se pueden producir en el ámbito laboral.
Los dos casos más frecuentes en los que un trabajador puede tener derecho a indemnización son:
- Despido: cuando la empresa decide finalizar el contrato por causas justificadas o no.
- Accidente laboral: cuando el trabajador sufre un daño físico o psíquico en el desempeño de sus funciones.
A continuación, veremos qué tipos de despido existen, qué indemnización corresponde en cada caso y cómo calcularla paso a paso.
Tipos de despido e indemnización asociada
El despido es, sin duda, una de las experiencias más complejas en la vida profesional de una persona. No solo marca el final de una etapa laboral, sino que suele venir acompañado de incertidumbre económica y emocional.
Precisamente por eso, la indemnización por despido actúa como un colchón financiero, diseñado para compensar el impacto que supone quedarse sin empleo.
Ahora bien, no todos los despidos son iguales y, por tanto, tampoco lo son sus indemnizaciones. El tipo de despido determina no solo si corresponde una indemnización, sino también cómo se calcula y qué importe puede alcanzar.
¿Qué factores influyen en el cálculo?
Para calcular cualquier indemnización por despido hay que tener en cuenta tres variables esenciales:
- La antigüedad del trabajador en la empresa.
- El salario bruto diario, incluyendo pagas extra prorrateadas.
- El tipo de despido (improcedente, objetivo, disciplinario, colectivo…).
Además, hay una fecha clave en la normativa laboral española: el 12 de febrero de 2012, día en que entró en vigor la Reforma Laboral. Esta norma modificó las condiciones de cálculo de muchas indemnizaciones:
- Para contratos anteriores a 2012, se aplica un tramo de 45 días por año trabajado, con un tope de 42 mensualidades.
- Para contratos posteriores a esa fecha, el cálculo se realiza con 33 días por año trabajado, hasta un máximo de 24 mensualidades.
Fórmula general para el cálculo:
Indemnización = Salario diario x días de indemnización por año x años de antigüedad.
Pero esta fórmula varía según el tipo de despido. Veamos cada uno en detalle:
Despido improcedente
Se produce cuando la empresa no puede acreditar de forma válida la causa del despido o ha incumplido el procedimiento legal. En este caso, el trabajador tiene derecho a la máxima indemnización reconocida por ley:
- 33 días de salario por año trabajado (si el contrato es posterior a 2012).
- 45 días por año trabajado (para la parte del contrato anterior a esa fecha).
- Límite máximo: 24 mensualidades (o 42 para contratos antiguos).
La indemnización no podrá superar los 720 días de salario, salvo que el cálculo correspondiente a la parte anterior a la reforma supere esta cifra. En ese caso, el tope será de 42 mensualidades.
Despido procedente
Tiene lugar cuando la empresa justifica adecuadamente la causa del despido y cumple con todos los requisitos legales. En este escenario, el trabajador no tiene derecho a indemnización.
Aunque sí podrá reclamar otras cantidades pendientes, como vacaciones no disfrutadas o salarios atrasados.
Despido objetivo
Este tipo de despido responde a causas económicas, técnicas, organizativas o de producción. Por ejemplo, una caída en la facturación, la automatización de procesos o la necesidad de reestructurar el equipo.
- Indemnización: 20 días de salario por año trabajado.
- Límite: 12 mensualidades.
La empresa debe comunicarlo por escrito y entregar la indemnización en el momento del despido, salvo excepciones justificadas.
Despido disciplinario
Aplicable cuando el trabajador ha cometido faltas graves, como ausencias reiteradas e injustificadas, desobediencia grave, agresiones verbales o físicas, abuso de confianza, etc.
- En principio, no conlleva indemnización, salvo que el despido sea impugnado judicialmente y declarado improcedente.
Despido colectivo (ERE)
Se produce cuando una empresa extingue los contratos de varios trabajadores simultáneamente, por causas similares a las del despido objetivo (económicas, organizativas, etc.).
- Se tramita a través de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).
- Indemnización mínima: 20 días por año trabajado, con un tope de 12 mensualidades.
En algunos casos, y especialmente en grandes empresas, los sindicatos pueden negociar condiciones más ventajosas durante el proceso.
¿Cómo se calcula la indemnización por despido? Otro ejemplo práctico
Veamos ahora otro escenario. Imaginemos que Carlos trabaja en el departamento técnico de una empresa que está reduciendo plantilla por causas organizativas. Su contrato comenzó en abril de 2017, y es despedido en abril de 2024 mediante un despido objetivo.
Carlos tiene un salario bruto anual de 27.000 €. Al tratarse de un despido objetivo, la indemnización corresponde a 20 días de salario por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades.
Paso a paso del cálculo:
1. Calcular el salario diario
Salario anual: 27.000 €
Días del año: 365
Salario diario = 27.000 € / 365 = 73,97 €
2. Determinar los años de antigüedad
Carlos ha trabajado 7 años completos (de abril 2017 a abril 2024).
3. Aplicar la fórmula general
Indemnización = Salario diario × días de indemnización por año × años de antigüedad
→ Indemnización = 73,97 € × 20 días × 7 años = 10.355,80 €
Por tanto, la indemnización por despido objetivo que le corresponde a Carlos es de 10.355,80 €.